Cumpla con su plan de tratamiento

Visite regularmente a su proveedor de atención médica. Mencione todos los problemas que tenga con su plan de tratamiento. Sea sincero y diga si no está haciendo algo que el proveedor le haya sugerido. Quizás el proveedor pueda hacer algunos cambios en el plan para que se adapte mejor a usted y a su estilo de vida. No seguir el consejo de su proveedor de atención médica puede derivar en una complicación grave o que ponga en riesgo su vida.

Busque el equilibrio entre la actividad y el descanso

Si tiene una miocardiopatía, es posible que se canse más rápidamente que otras personas porque el corazón no está funcionando tan bien como debería. Pero eso no debería impedirle mantenerse activo. De hecho, la actividad puede ayudarlo a sentirse mejor. Hable con su proveedor de atención médica para saber cuánta actividad es adecuada para usted.

Haga cosas que ayuden al corazón

• Deje de fumar. Fumar daña el músculo del corazón y los vasos sanguíneos. También provoca cambios en los pulmones que pueden dificultar más la respiración y el funcionamiento de estos órganos. Fumar reduce el oxígeno que hay en la sangre. Tener menos oxígeno en la sangre obliga al corazón a hacer más esfuerzo y a latir más rápido. Esto puede causar un ataque al corazón (infarto agudo de miocardio o IAM) si el corazón no puede tolerar este esfuerzo extra.

• Baje el exceso de peso. Cuanto más sobrepeso tenga, más esfuerzo tendrá que hacer el corazón para hacer circular la sangre por el cuerpo. El sobrepeso también puede aumentar el riesgo de tener presión arterial alta y diabetes. Estas afecciones pueden dañar aún más los vasos sanguíneos y corazón.

• No consuma alcohol. El consumo de alcohol puede empeorar la miocardiopatía. El alcohol desintegra el tejido cardíaco. Esto afecta la capacidad de bombeo del corazón. Puede ser algo muy grave en las personas alcohólicas.

• Coma menos sal. La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. El consumo excesivo de sodio puede empeorar los síntomas de la miocardiopatía. El sodio hace que el cuerpo retenga agua. Esto hace que el corazón deba esforzarse más. Es posible que su proveedor de atención médica le pida que limite el sodio (la sal) que come a menos de 1,500 mg al día. Lo que equivale aproximadamente a media cucharadita de sal.

Lleve un registro de su peso

Un aumento de peso rápido puede significar que está reteniendo líquidos. Este es uno de los signos de insuficiencia cardíaca. Si lleva la cuenta de su peso, podrá detectar esa suba de peso rápidamente. De esta forma puede evitar mayores daños al corazón. Para llevar la cuenta de su peso, haga lo siguiente:

• Pésese todas las mañanas a la misma hora, después de orinar. Use la misma ropa todos los días para pesarse. Anote su peso todos los días.

• No deje de pesarse. Si olvida hacerlo un día, vuelva a pesarse a la mañana siguiente.

• Llame a su proveedor de atención médica si sube de peso de la siguiente manera:

  •  Más de 900 gramos (2 libras) en 1 día

  • Más de 2,3 kilogramos (5 libras) en 1 semana

  • O el aumento de peso que su proveedor le haya pedido que informe

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica en los siguientes casos: 

• Tiene episodios leves de vértigo

• Nota que los medicamentos le causan síntomas nuevos

• Comienza a toser nuevamente, en especial si el esputo es espumoso.

• Tiene dificultad leve para respirar, en especial mientras está acostado o descansando. Tiene dificultades para respirar mientras hace ejercicio o incluso cuando camina distancias cortas.

• Se cansa más rápidamente

• Comienza a hacer pis con menos frecuencia

• Nota que los pies o los tobillos se hinchan más de lo normal. Tiene hinchazón en las piernas o en el abdomen. Las venas del cuello sobresalen más de lo normal. Es posible que note que le cuesta más ponerse los zapatos o los pantalones debido a la hinchazón o distensión.

Cuándo llamar al 911

Llame al 911 de inmediato si tiene alguno de los siguientes síntomas:

• Dolor, opresión o presión en el pecho, el brazo, la mandíbula o la espalda

• Pulso acelerado o latido intenso del corazón que no es normal

• Dificultad grave para respirar, ya sea en reposo o durante alguna actividad

• Desmayos o mareos intensos